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Blog Cuando el problema no es realmente un problema: Cómo manejar situaciones IMPOSIBLES de resolver.

A partir del año 1993 mi visión de la realidad cambió después de leer el libro de Barry Johnson: Polarity Management. En este artículo explico el fascinante concepto que se maneja y sus implicaciones, las cuales son sumamente útiles para entender, desde una perspectiva diferente, global y sistémica, qué decisiones tomar para enfrentar situaciones que nos aquejan como por ejemplo la actual pandemia, espero lo disfruten. Cualquier persona que ha seguido por un tiempo las tendencias de mercado se ha dado cuenta de que funcionan bajo el fenómeno del péndulo. Esto es, se mecen de un extremo a otro para regresar finalmente al punto inicial. Fenómenos como: centralización/descentralización; liderazgo autocrático/democrático; globalización/ focalización en nichos, son ejemplos de esto. Lo mismo sucede con sistemas de gobierno moviéndose entre capitalista/socialista, en deportes con estrategias defender/atacar y prácticamente en cualquier ámbito de la vida. Esto no tiene nada que ver con la falta de memoria histórica para repetir el pasado, sino con la inhabilidad para saber diferenciar entre lo que es un problema y lo que es un dilema o polaridad. Una habilidad altamente valorada en la sociedad es la de identificar y solucionar problemas, esto ha provocado que las personas le vean cara de problema a todas las situaciones difíciles que se presentan y, utilizando todo el arsenal de herramientas para análisis de problemas busquen la mejor solución, viendo en muchas ocasiones frustrados sus esfuerzos ya que más tardan en implementar acciones que en aparecer nuevas problemáticas asociadas a las soluciones aplicadas, lo cual en la mayoría de las ocasiones los hacen regresar a la posición original. Es como lidiar con un globo lleno de agua: “se le aprieta en un lado y el agua aparece por otro”. El primer paso para mejorar la habilidad de manejar las situaciones difíciles es percibir las diferencias entre problemas y dilemas o polaridades, para lograrlo habrá que hacerse dos preguntas:
  • ¿Se presenta crónica y continuamente? Si una situación termina al aplicar un remedio estaremos hablando de un problema, mientras en una polaridad la situación no desaparece sino que cambia. Por ejemplo: Se descompone el automóvil, lo reparo y se acabó el asunto, esto evidentemente es un problema.
  • ¿Los puntos opuestos son interdependientes? Si existe interdependencia entre cada una de las posiciones primarias de la situación, estamos ante una polaridad, si no existe ésta, nos enfrentamos a un problema. Por ejemplo, un dilema que se nos presenta frecuentemente es: ¿Le dedico más tiempo a mi trabajo o a mi familia?  Aquí se ve claramente la interdependencia existente entre los puntos opuestos, ya que si uno se inclina hacia cualquiera de los dos lados, el otro saldrá afectado por la decisión tomada.

Por lo tanto, un dilema o polaridad es aquella donde la situación se presenta en forma crónica y donde los puntos opuestos son interdependientes.

Dada su naturaleza, las polaridades no se solucionan, se administran tomando en consideración las características de los extremos. Cada uno de ellos tiene tanto aspectos positivos como negativos los cuales son necesarios conocer para tomar decisiones acertadas. Administrar el dilema es como moverse suavemente en una mecedora estando alerta todo el tiempo de cómo van cambiando las condiciones para ir ajustando las acciones. Inicia desde la aceptación que no se puede permanecer en uno de los extremos y sigue con el conocimiento y conciencia de que ambos lados tienen aspectos positivos y negativos. Así la estrategia se basa en buscar acciones para maximizar los aspectos positivos de ambas partes minimizando las consecuencias negativas. Esto es más sencillo decirlo que hacerlo ya que cuando una situación nos amenaza vemos como altamente deseable el lado opuesto, así nuestra visión estará sesgada; apreciamos claramente lo negativo de la situación actual y lo positivo del lado opuesto, así lo abrazamos como solución. Qué mejor ejemplo que las decisiones tomadas con el COVID19: al aparecer la pandemia se decretó como la mejor “solución” el enclaustrarse en la casa. Al principio parecía sensato ¿y ahora? Poco a poco cada vez más personas ya no soportan el aislamiento, se empieza a enrarecer el ambiente familiar, los niveles de tolerancia bajan, incluso hay brotes de violencia familiar y social. Lo triste e interesante del caso es que esto era absolutamente predecible, cualquiera que hubiera analizado la situación como una polaridad en lugar de hacerlo como un problema lo hubiera podido anticipar. La situación forma parte de la típica polaridad Libertad-Seguridad. La polaridad Libertad-Seguridad no fue vista o fue pasada por alto al buscar la “solución” al problema. Así se apreciaron todos los aspectos positivos del famoso “quédate en casa” y lo malo de andar deambulando por las calles. Y vaya que se ha pagado el precio de este error en el análisis de la situación. Sin importar las medidas tomadas por los diferentes países, la solución “encerrón” ha generado globalmente varios aspectos negativos, a saber:
  • Altas tasas de desempleo
  • Caída del PIB
  • Cierre de negocios
  • Diferentes problemas psicológicos
Cierto, esta pandemia es nueva y se está aprendiendo sobre la marcha, pero esto no es motivo para no haber anticipado las consecuencias planteando acciones que redujeran en mayor medida los efectos negativos ¿Será que no se conocía la polaridad Libertad-Seguridad? Pienso que todos al menos intuitivamente la conocemos y nos hemos enfrentado a ella en forma exitosa cuando la entendemos. La enfrentamos cuando siendo padres damos permisos a nuestros hijos de salir a fiestas, cuando vamos de turistas a nuevos lugares, entre muchas situaciones. La hemos vivido por 20 años en México con la violencia donde también la “solución” ha sido encerrarse y cerrar calles, y todos hemos visto las nefastas consecuencias. Así, la pregunta no era ¿cómo solucionamos la pandemia? Sino ¿cómo enfrentamos la pandemia manteniendo nuestra libertad? Es inevitable que cuando cambia la pregunta también cambien las alternativas. Recuerdo que con el tema de la violencia he señalado en diferentes foros una y otra vez que el asunto no es acabar con ella (enfoque de problema) sino cómo incrementar la sana convivencia (Libertad + Seguridad). En lugar de ver la realidad a través de un enfoque de esto o aquello hay que enfrentarla desde esto y aquello. ¿Imposible? Para nada, me gustaría dar tres argumentos para soportar mi punto de vista:
  • Como recordarán al inicio del artículo hice referencia del libro Polarity Management, en él se plantea una metodología paso a paso para obtener lo mejor de ambos mundos.
  • Me gustaría poner a su consideración un segundo libro que también trata sobre el manejo de dilemas (dilema por definición es un problema imposible de solucionar); es The Opposable mind de Roger Martin. El juego de palabras de hacer posible lo opuesto captó mi atención, es una lectura altamente recomendada y está plagado de ejemplos de cómo obtener los beneficios de posiciones aparentemente opuestas.
  • Quienes han tenido oportunidad de ejercitar y trabajar procesos creativos saben que una parte importante de los mismos es la integración apropiada de ideas aparentemente opuestas o sin relación entre ellas.
Así, la invitación es a observar bien la situación determinando si es un problema o dilema para actuar en consecuencia. No me gusta ser portador de malas noticias pero si se quiere “solucionar” la pandemia vamos a meternos en un escenario bastante deplorable. Es como la respiración, no podemos inhalar para resolver el problema de exhalar ya que en poco tiempo se verán exactamente al revés, al problema como solución y a la solución como problema. Entendamos que forman parte de un todo, tengamos visión sistémica. La búsqueda no está en intentar solucionar dilemas, lo cual por definición es imposible, sino en obtener lo mejor de los opuestos. Concluyendo, la vida está llena de dilemas:
  • Familia-Trabajo
  • Gastar-Ahorrar
  • Estabilidad-Cambio
  • Individualidad-Colectividad
  • Planeación-Acción
  • Firmeza-Flexibilidad
  • Centralización-Descentralización
  • Ecología-Desarrollo
Cuando las veamos como parte de un todo dejaremos de ver alternativas de esto o aquello para empezar a hablar en términos de cómo obtener lo mejor de ambos mundos. Como siempre quedo a sus órdenes para mayor información, pregunta o comentario eduardo@auracons.com
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